En 1516, Tomás Moro dio nombre a una isla ficticia llamada Utopía, En ella imaginó la historia de una comunidad idealizada, a medio camino entre las teorías de "La República" de Platón y las narraciones fantásticas que Americo Vespucio hizo de las sociedades del "Nuevo Mundo".

Tres siglos después, en 1824, el inglés Robert Owen funda el primer experimento de comuna socialista en EEUU, "La Nueva Armonía" que apenas duraría unos años. Tras él, se han sucedido repetidos intentos en la historia de reavivar esa idea, con ejemplos como los experimentos de París o el boom de este tipo de sociedades que vino tras la revolución "Hippie" de los años 60. En la mayor parte de los casos, estos experimentos gozaron de una vida corta con un final problemático, reflejando el sentido de la palabra "Utopía", como idealización irrealizable.

 

Al principio de la década de los 80, un pequeño grupo de jóvenes de 20 años de múltiples nacionalidades deciden comenzar un nuevo experimento de convivencia rehabilitando un grupo de casas en lo alto de los montes Apeninos. Su principio de funcionamiento se basa en la autosuficiencia y la convivencia con la naturaleza. Deciden llamarlo Gran Burrone (Rivendell en la versión original), en referencia al nombre italiano de la última casa al límite de la sociedad y las montañas en la "Tierra Media" del libro de "El Señor de los Anillos", dándose a conocer en toda Italia como "Gli Elfi da Gran Burrone" (Los elfos de Rivendell).

 

La diferencia fundamental entre esta sociedad y el resto de experimentos es que ha durado más de 30 años en buen funcionamiento, y hoy en día ha producido una generación de jóvenes brillantes -ya adultos- nacidos en el "Valle de Los Elfos". Sanos, viajeros por todo el mundo, políglotas, cosmopolitas, con estudios diversos, (como arquitectura, ingeniería, sociología o relaciones internacionales), pero, sobre todo,, autosuficientes e integrados en el mundo que les rodea.

 

El éxito de esta sociedad de las montañas seguramente es debido al sencillo sistema organizativo que se han dado y la educación comunitaria que dan a los hijos en su infancia. Ese esquema organizativo es tan básico como la forma geométrica que le da nombre; "Il Cerchio" (círculo en italiano), donde los habitantes del valle se reúnen periódicamente para discurtir los temas, arreglar los problemas o realizar sus propuestas.

 

Es la "Evolución del Círculo" la que ha hecho posible esta Utopía.

Este proyecto narra su historia.